Fotografía de Marvin (PA)
Mientras tememos conscientemente no ser amados, el temor real, aunque habitualmente inconsciente, es el de amar.
Erich Fromm
Tememos la muerte porque, a poco que nos asomemos a nuestro interior, tenemos un gran miedo a la vida.
Vivir eternamente, en estas condiciones, más que un sueño, acaba siendo una pesadilla.
Tememos dar porque, en el fondo, lo que realmente queremos es recibir.
En un mundo donde el valor económico es el predominante, dar sin obtener nos parece una estafa.
Y acabamos poniendo precio a todo.
Tememos amar porque, en realidad, nuestro auténtico deseo es ser amados.
No alcanzamos a comprender que amar es, simplemente de por sí, una auténtica exquisitez.
Artea
Bonus track.-
Artista: Paul Sills
Tema: On angelic wings
Álbum: Astral Doorways (2007)
4 comentarios:
Hermoso. Vivir y amar son la misma cosa.
Me gusta mucho la imagen. Las hojas sobre la piedra, avanzando y ganando terreno. Quizá como el amor que no echa cuentas de lo que da y lo que recibe, simplemente sigue adelante. No conocía la cita de Fromm y me ha gustado. Un saludo
Es curioso como algunos de tus comentarios van en la linea de los pensamientos que vamos teniendo los que entramos de vez en cuando en este blog.De verdad es compartir el camino.Es tambien curioso como podemos llegar a tener miedo a amar, a la libertad , a ...en definitiva esas cosas que buscamos .Buscamos y tememos.Así somos .
Un abrazo
Anmey
Hola Ashbless.-
Ciertamente hermoso.
Y evidente, añadiría yo.
Quizás por eso, por su propia transparencia, no acabamos casi nunca de verlo a pesar de tenerlo a menos de un palmo de nuestras propias narices.
Un fuerte abrazo.
Buenos días alestedemadrid.-
Erich Fromm tiene muy buenos trabajos.
A buen seguro que la lectura pausada de alguno de ellos acaba gustándote.
Lo de echar cuentas es algo propio de los humanos... y así nos luce el pelo.
Caminemos pues en esta preciosa mañana de domingo.
Un fuerte abrazo.
Hola aney.-
Precisamente hoy he añadido un post en el que hago referencia a lo previo.
Siempre he pensado que las cosas son como son dependiendo de algo previo con lo que las construimos.
Y muchas veces queremos cambiar, o queremos avanzar, o queremos hacer... y nos olvidamos de que sin cambiar ese algo previo, nada cambiará.
Seguramente es ese algo el que te incita, a tí y a otros, a entrar en el sitio.
Probablemente sea también el que me impulsa a continuar apareciendo y dejando a la vista esta suerte de puntos de referencia que -de uno u otro modo- van marcando mi propio rumbo.
La unidad en la dualidad (propia de la vida) sólo puede aprehenderse en nuestras limitadas mentes si alcanzamos a comprender esta chispa anterior a toda percepción, pensamiento o emoción.
Confío en que tu dolor por la reciente falta va ocupando el lugar que corresponde en tu camino.
Para lo cual te mando un fuerte abrazo.
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