06 enero 2010

La tecnica

Judo

Fotografía de judo_dad1953

Se cuenta que un jovencito, a los doce años de edad, sufrió un accidente grave y los médicos debieron amputarle el brazo izquierdo.
El muchacho se recuperó moralmente y cierto día, animado, decidió aprender algún arte marcial apropiado a su condición. Se dirigió a un afamado instructor que vivía en la misma aldea, un hombre entrado en años.
El alumno, entusiasta y dedicado, aprendió con gran rapidez. Sin embargo, después de seis meses de práctica diaria dominaba un sólo movimiento, que ejecutaba casi a la perfección.
Preocupado por las limitaciones de su formación le solicitó a su maestro que le enseñara otras formas más complicadas. El sensei lo escuchó con respeto, pero le señaló que le estaba entregando todo lo que el necesitaba incorporar a su vida de combate, por lo que era fundamental que se tranquilizase y, sin quejas, siguiera perfeccionando los secretos de ese único movimiento.
Poco tiempo después el muchacho fue invitado a participar en un torneo y logró clasificarse como semifinalista. El rival a quien le correspondía enfrentarse era mayor que él, más experimentado y dueño de unas destrezas imponentes. Nada parecía favorable para que un joven lisiado tuviese alguna oportunidad, no ya de ganar, sino de salir ileso. Sin embargo, el maestro le exigió a su alumno consagración total a lo que le había enseñado, sin más complicaciones.
Después de una larga contienda, el vigoroso oponente comenzó a perder concentración y a fatigarse. El alumno, por su parte, continuó aplicando el único movimiento que dominaba, seguro, sin fatiga, hasta que consiguió derribar a su rival, exhausto, al suelo.
De regreso a su casa, el muchacho preguntó a su maestro, que caminaba en silencio junto a él, impasible:
- Maestro ¿cómo pude ganar aplicando sólo una posición de ataque?
- Aprendiste a dominar uno de los pasos más difíciles de todo el judo. La única defensa contra ese movimiento radica en que tu rival te tome por tu brazo izquierdo.

Enrique Mariscal en El poder de lo simple.

Regreso.
Todo regreso tiene algo de despedida.
Así pues, me despido de algo que ya queda atrás.
Días de fiesta, salpicados por el recuerdo de mi padre.

Es el primero, de una larga serie de años, que no puedo compartir mesa junto a él en la comida de Navidad, y su ausencia lo ha hecho más presente que nunca... en nuestro recuerdo.

Sigo adelante tras una larga pausa, y con la mirada puesta en mi próximo examen de quiromasaje.
Estos días tan señalados han transcurrido -para mi- concentrados entre huesos, músculos y tendones, tanto imaginarios como reales.
Imaginarios, por aquellos que necesariamente tengo que conocer con todo detalle.
Reales, por aquellos otros que -amablemente- se dejan deslizar bajo las maniobras de mis manos.

Fascinante mundo.
Queda tanto por descubrir.

Artea

Bonus track.-



Artista: Paul Sills
Tema: Astral Doorways
Álbum: Astral Doorways (2007)

4 comentarios:

Susana dijo...

En primer lugar, mis mejores deseos para este 2010..
Después, agradecerte que nos hayas acercado esta texto. Da qué pensar.
Y por último, suerte en ese examen.

Un abrazo.

Samala dijo...

¡Hombre Artea! Dichosos los ojos que pueden leer unas palabras tuyas :)

Yo también aprovecho para felicitarte el año y mandarte mis mejores deseos y un abrazo enorme.

Por cierto, no sé muy bien cuándo ni cómo ni por qué te has metido en esto del "quiromasaje" pero las palabras "músculos", "tendones", "dedos"... suena muy bien. "Amablemente" te dejo mi espalda para que practiques si quieres :P

Un beso!

Artea dijo...

Hola Susana.-

Mis mejores deseos para contigo en este nuevo año que iniciamos.

Casi todos los textos dan que pensar... si realmente se quiere pensar.
Ya sabes que suelo "dejarme guiar" en su elección. Creo que al final me eligen ellos a mí.

Entiendo que se ajustan con precisión a lo que en cada momento necesito.
Hoy llueve, mañana puede que nieve y al otro quizá salga el sol.
Todo cambia... y elegir unas palabras que representen cada momento siempre me ha ido bien.

Gracias por tus deseos para con mi próxima "prueba". Siempre se necesita algo de suerte... aunque seguramente el trabajo previo es lo que finalmente decantará las opciones.

Nos preparamos en profundidad para ello.

Un fuerte abrazo.

Bueno, bueno, bueno... un comentario de Samala.-

Casi estoy por descorchar otra botella de cava. :D

Mis mejores deseos para ti y los tuyos, con beso y abrazo incluidos.

Casi nunca acertamos a comprender las razones por las que uno "se mete" en cualquier lio. Al menos es lo que a mi me pasa.
Me dejo guiar. Supongo que por ahi dentro habrá algo que me ha encaminado (por ahora) en esa dirección.

Uno sabe bien cuando sí y cuando no.
Ahora era sí a este mundo de la terapia manual. Tocaba tocar. Tocar y comprender. Comprender y sentir.
Es todo cuanto ahora "percibo".

Es un arte el aprender a sentir y comprender aquello que se desliza bajo las yemas de tus dedos o la palma de la mano. Existe todo un lenguaje sensorial hasta ahora desconocido para mi.

Y que duda cabe que en ese lenguaje puede leerse el presente y el pasado de lo que tenemos bajo la piel.
Y puede "leerse" en un sentido literal.
Casi todo deja su huella.

Mi casa está abierta para tu espalda, y para cualquiera otra que necesite el contacto con unas manos calidas.

Ya sabes donde estoy.
Llama por si acaso me pillas fuera, u ocupado. ;)

Un fuerte abrazo.

Javier Medel dijo...

Como aficionado con años de práctica entiendo lo que sientes cuando las manos te transmiten las vibraciones de la energía y la materia que hay bajo la piel. En cuanto a la concentración y profundización "en un solo movimiento" reconozco que todavía me queda mucho por aprender en este paisaje florido por el que me muevo cual abejorro.
Comparto el sentimiento de ausencia de los seres queridos que ya no están, tal vez porque la Naturaleza hace preciso que que unos vayan dejando sitio a otros, en ese continuo cambio por el que todos pasamos.
Un placer pasear por tu blog, siempre cargado de sabiduría. Un abrazo desde la distancia.