19 julio 2008

Luz para Teresa

Luces para alumbrar el camino



Triste tarde la de ayer; de esas que uno no desea tener... pero que al final hay que vivir.

Teresa; amiga y responsable del grupo Zen de Valencia durante muchos años estaba muy mal.
Desde hace tiempo arrastraba una dolencia cardíaca que precisaba una delicada intervención quirúrgica. Una intervención de esas en las que te juegas el todo por el todo.

Más de dos años y medio habían transcurrido y, finalmente, recibió el aviso de que iba a ser inervenida esta semana.

Y así fue.

Según los médicos todo había salido bien; y había que aguardar unos días para ver la evolución del post-operatorio. Ayer, al parecer, su evolución favorable se interrumpió por alguna causa. El teléfono en casa no paraba de sonar, y todas las noticias hacían presagiar lo peor.
A última hora de la tarde, y ante su estado, los médicos decidieron sacarla de la UCI e intervenirla de nuevo como única alternativa al colapso general.

Encendimos una vela y una varita de incienso, y dedicamos nuestro silencio a su persona.

Hoy, vamos a intentar visitarla en la UCI del Hospital la Fe, y acompañar a sus allegados.

Como ella misma decía "ahora estoy en las manos de Dios".
Como siempre hago en estos casos, mi actitud es la de acompañar la vida... sea ésta mucha o poca.
Ambas, vida y muerte, son dos puertas que algún día cruzamos.

A quienes "creáis", os pediría un pensamiento sereno y tranquilo para con Teresa.
A quienes no creáis, daros las gracias.....
pues ya lo habéis hecho leyendo este post.

Editado a las 18'05 del 19 de julio de 2008

Pudimos verla. Completamente sedada y conectada a una máquina que es quien -ahora- vive por ella. La evolución de las próximas 48 horas será determinante.

Aquí, en casa, la vela sigue iluminando... y el humo del incienso, elevándose.

Humo

6 comentarios:

Tormenta. dijo...

Niño.. comprendo como estarás,espero que salga todo bien.. me cachis! si es que.. la vida a veces te da cada paliza..un abrazo grande niño..y espero que todo bien de verdad, un beso grande.

Email: parqueestudiovillanueva@gmail.com dijo...

Queria compartir con vosotros una ceremonia o lectura que los humanistas tenemos para estas situaciones de paso a otro espacio y tiempo:
" La vida ha cesado en este cuerpo. Debemos hacer un esfuerzo para separar en nuestra mente la imagen de este cuerpo y la imagen de quien ahora recordamos...
Este cuerpo no nos escucha. Este cuerpo no es quien nosotros recordamos...
Aquel que no siente la presencia de otra vida separada del cuerpo, considere que aunque la muerte haya paralizado al cuerpo, las acciones realizadas siguen actuando y su influencia no se detendrá jamás. Esta cadena de acciones desatadas en vida no puede ser detenida por la muerte. ¡Qué profunda es la meditación en torno a esta verdad, aunque no se comprenda totalmente la transformación de una acción en otra!
.......

Y aquel que siente la presencia de otra vida separada, considere igualmente que la muerte solo ha paralizado al cuerpo; que la mente una vez más se ha liberado triunfalmente y se abre paso hacia la Luz...
Sea cual fuere nuestro parecer, no lloremos los cuerpos. Meditemos más bien en la raíz de nuestras creencias y una suave y silenciosa alegría llegará hasta nosotros...
¡Paz en el corazón, luz en el entendimiento! "

Saludos para todos y nuestros mejores deseos de Paz, Fuerza y Alegria.

Email: parqueestudiovillanueva@gmail.com dijo...

Y si aun la persona esta en esta vida, solemos hacer esta ceremonia de Asistencia, la puede hacer cualquiera, solo se necesita tenerle mucho afecto:

" Esta es una ceremonia de mucho afecto y exige que quien la realiza de lo mejor de sí.
La ceremonia puede ser repetida a pedido del interesado o de aquellos que cuidan de él.
El Oficiante a solas con el moribundo.
Cualquiera sea el aparente estado de lucidez o inconsciencia del moribundo, el Oficiante se aproxima a él hablando con voz suave, clara y pausada.

Oficiante: Los recuerdos de tu vida son el juicio de tus acciones. Puedes, en poco tiempo, recordar mucho de lo mejor que hay en ti. Recuerda entonces, pero sin sobresalto y purifica tu memoria. Recuerda suavemente y tranquiliza tu mente...

Se hace silencio por unos minutos, retomando luego la palabra con el mismo tono e intensidad.

Rechaza ahora el sobresalto y el descorazonamiento...
Rechaza ahora el deseo de huir hacia regiones obscuras...
Rechaza ahora el apego a los recuerdos...
Queda ahora en libertad interior, con indiferencia hacia el ensueño del paisaje...
Toma ahora la resolución del ascenso...
La Luz pura clarea en las cumbres de las altas cadenas montañosas y las aguas de los- mil- colores bajan entre melodías irreconocibles hacia mesetas y praderas cristalinas...
No temas la presión de la Luz que te aleja de su centro cada vez más fuertemente. Absórbela como si fuera un líquido o un viento, porque en ella, ciertamente, está la vida...
Cuando en la gran cadena montañosa encuentres la cuidad escondida debes conocer la entrada. Pero esto lo sabrás en el momento en que tu vida sea transformada. Sus enormes murallas están escrita en figuras, están escritas en colores, están “sentidas”. En esta ciudad se guarda lo hecho y lo por hacer...

Se hace un breve silencio, retomando luego la palabra con el mismo tono e intensidad.

Estás reconciliado...
Estás purificado...
Prepárate a entrar en la más hermosa Ciudad de la Luz, en esta ciudad jamás percibida por el ojo, nunca escuchada en su canto por el oído humano...
Ven, prepárate a entrar en la más hermosa Luz..."

Cariñosamente,
Paco.

Artea dijo...

En nombre propio, en el de Teresa, y en el de todas las personas que la apreciamos... muchas gracias.

Gracias Esther.
Gracias Paco.

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Desde aquí también tendré un pensamiento para Teresa. Espero se recupere.

Un abrazo Artea.

Artea dijo...

Gracias Susana.

Muchas gracias.

Un beso.