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18 marzo 2014

Tao Te King (40)

Cielo azul

El retorno es el movimiento del Tao.
La debilidad es su método.

El Cielo, la Tierra y los Diez Mil Seres
Surgen del Ser;
El Ser surge del No-Ser.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XL



09 abril 2009

Tao Te King (39)

Bosque rojo

Fotografía de Katarina 2353

Lo que antiguamente llegó a la unidad:

El cielo, en su unidad, obtiene la claridad.
La tierra, en su unidad, se torna quieta.
Los espíritus, en su unidad, se hacen poderosos.
El valle, en su unidad, se vuelve lleno.
Todos los seres, en su unidad, se reproducen.
Los príncipes y los soberanos, en su unidad,
pueden gobernar el mundo.

Si el cielo no fuera claro, se descompondría.
Si la tierra no fuera estable, se derrumbaría.
Si los espíritus no fueran poderosos, perecerían.
Si el valle no fuera pleno, desaparecería
Si los seres no se procrearan, se extinguirían.
Si los príncipes y reyes no destacasen,
perderían el gobierno.

Así, la nobleza tiene su raíz en la vileza.
Lo alto tiene por fundamento lo bajo.
Por esto los soberanos se llaman a sí mismos
«el huérfano», «el indigno», «el pobre».

¿No es esto considerar al humilde como su raíz?

El honor máximo es de aquel que no lo pretende.
No se debe preferir ser como el jade,
sino como el más vulgar guijarro.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXXIX

07 marzo 2009

Tao Te King (38)

Montaña reflejada en lago

Fotografía de Tony Bynum

La virtud superior no se precia de virtuosa,
esa es su virtud.

La virtud inferior aprecia su propia virtud,
por eso no tiene virtud.

La virtud superior no actúa
ni tiene objetivos que alcanzar.

La virtud inferior actúa
y tiene objetivos que alcanzar.

La bondad superior actúa
y no tiene objetivos.

La justicia superior actúa
y tiene objetivos.

El rito superior actúa
y, si no halla respuesta, la fuerza.

Así, perdido el Tao, queda la virtud.
Perdida la virtud, queda la bondad.
Perdida la bondad, queda la justicia.
Perdida la justicia, queda el rito.

El rito es sólo apariencia de fidelidad
y origen de todo desorden.

El conocimiento es sólo flor del Tao
y origen de la necedad.

Así, el hombre grande
observa lo profundo y no lo superficial.

Se atiene al fruto y no a la flor,
rechaza esto y prefiere aquello.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXXVIII

24 enero 2009

Tao Te King (37)

Paisaje en colores



El Tao, por su naturaleza, no actúa,
pero nada hay que no sea hecho por él.

Si los príncipes y los reyes pudieran adherírsele,
todos los seres evolucionarían por sí mismos.

Si al evolucionar apareciera el deseo de obrar,
yo lo mantendría en la simplicidad sin nombre.

En la simplicidad sin nombre no existe el deseo.
Sin deseos es posible la paz,
y el mundo se ordena por sí mismo.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXXVII

04 enero 2009

Tao Te King (36)

Gota



Quien quiera contraer algo,
antes debe extenderlo.

Quien quiera debilitar algo,
antes debe fortalecerle.

Quien quiera destruir algo,
antes debe levantarlo.

Quien quiera obtener algo,
antes debe haberlo dado.

Así es el misterio profundo.

Lo tierno y lo débil
vencen lo duro y fuerte.

No debe salir el pez de la profundidad de las aguas.
Ni deben exhibirse los objetos más valiosos del reino.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXXVI

Fotografía de Teon

15 diciembre 2008

Tao Te King (35)

Fuente de Piedra



El que guarda la Gran Forma
es el modelo del mundo.

El mundo no sufre mal alguno
y queda en paz, prosperidad y equilibrio.

La música y los manjares detienen al caminante,
pero lo que exhala el Tao no tiene sabor.

Se mira el Tao y no complace a la vista.
Se escucha el Tao y no complace al oído.
Se bebe del Tao y es inagotable.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXXV

13 diciembre 2008

Tao Te King (34)

Piedras



El gran Tao es como río que fluye en todas las direcciones.
Todos los seres le deben la existencia
y él a ninguno se la niega.

Cuando realiza su obra, no se la apropia.
Cuida y alimenta a todos los seres sin adueñarse de ellos.

Carece de ambiciones, por eso puede ser llamado pequeño.
Todos los seres retornan a él sin que los reclame,
y por eso puede ser llamado grande.

De la misma forma, el sabio nunca se considera grande,
y así, perpetúa su grandeza.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXXIV

Fotografía de Kicz Maker

25 septiembre 2008

Tao Te King (33)

Rayo



El que conoce a los demás es inteligente.
El que se conoce a sí mismo es iluminado.
El que vence a los demás es fuerte.
El que se vence a sí mismo es la fuerza.
El que se contenta es rico.
El que se esfuerza sin cesar es voluntarioso.
El que permanece en su puesto, vive largamente.
El que muere y no perece, es eterno.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXXIII

05 septiembre 2008

Tao Te King (32)

Flor del paraiso



Ayer no fue posible elaborar un artículo, así que completo la fecha con la continuación del Tao Te King. (Artea, sábado 6 de septiembre de 2008).

El Tao, en su eternidad, carece de nombre.

Aunque mínimo en su unidad,
el mundo no puede contenerlo.

Si los príncipes y los reyes
pudieran permanecer en el Tao
todos los seres se les someterían.

El cielo y la tierra
se unirían para llover dulce rocío.

El pueblo, sin gobierno
por sí mismo se ordenaría con equidad.

Cuando en el principio se dividió,
dando forma a todas las cosas,
tuvo nombres.

Con los nombres supo contenerse,
y así, no corre peligro.

El Tao es al universo
como los riachuelos y los valles son
respecto a los ríos y al mar.


Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXXII

31 agosto 2008

Tao Te King (31)

Mirada



Las armas son instrumentos nefastos.

El hombre de Tao nunca se sirve de ellas.

El hombre de bien considera la izquierda como sitio de honor,
pero permanece a la derecha cuando porta armas.

Las armas son instrumentos nefastos,
no adecuados para el hombre de bien.

Sólo las usa en caso de necesidad,
y lo hace comedidamente,
sin alegría en la victoria.

El que se alegra de vencer
es el que goza con la muerte de los hombres.

Y quien se complace en matar hombres
no puede prevalecer en el mundo.

Para los grandes acontecimientos
el sitio de honor es la izquierda,
y la derecha para los hechos luctuosos.

El segundo jefe se coloca a la izquierda,
y el primer jefe a la derecha,
que es el lugar reservado
en los ritos fúnebres.

Quien haya matado
debe llorar con dolor y tristeza.

La victoria en la guerra
debe seguir el rito funerario.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXXI

30 agosto 2008

Tao Te King (30)

Bosque



Quien gobierna ateniéndose a Tao
no acosa al mundo con las armas
porque es un uso que tiende a retomar.

Donde acamparon las tropas
sólo pueden nacer espinas y zarzas,
y tras los ejércitos, vienen los años de miseria.

Así, el hombre bueno se conforma con lo obtenido
sin usar la violencia.

Y todo lo toma sin enorgullecerse,
sin jactancia,
sin obstinación,
sin enriquecerse.

Porque, las cosas, cuando han llegado a su madurez
empiezan a envejecer.

Esto ocurre a todo lo opuesto a Tao.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXX

Fotografía de Martijn Lammerts.

29 agosto 2008

Tao Te King (29)

Luz



Quien pretende el gobierno del mundo
y transformar éste,
se encamina al fracaso.

El mundo es un vaso espiritual que no se puede manipular.

Quien lo manipula lo empeora,
quien lo tiene lo pierde.

Porque, en las cosas,
unas van por delante, otras detrás.
Unas soplan suavemente, otras con fuerza.
Unas son vigorosas, otras débiles.
Unas permanecen, otras caen.

Por esto, el sabio rechaza todo exceso,
evita lo pródigo
y rebaja toda exhuberancia.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXIX

28 agosto 2008

Tao Te King (28)

Playa



Quien conoce su esencia masculina,
y se mantiene en el principio femenino,
es como el arroyo del mundo.

Mientras sea como el arroyo del mundo
la virtud eterna no lo abandonará,
y retornará a la infancia.

Quien conoce su propia blancura,
y se mantiene en la oscuridad,
es como ser el modelo del mundo.

Mientras sea como el modelo del mundo,
la virtud eterna no se alterará en él,
y retornará a lo absoluto.

Quien conoce su gloria,
y se mantiene en la desgracia,
es como el valle del mundo.

Mientras sea como el valle del mundo
la virtud eterna le colmará
y retornará a la sencillez.

Lo sencillo, cuando se divide,
modela todos los útiles.

El sabio, cuando gobierna
rige a todos los ministros
y así conserva la unidad.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXVIII

27 agosto 2008

Tao Te King (27)

Paisaje



Un buen caminante no deja huellas.

Un buen orador no se equivoca ni ofende.

Un buen contable no necesita útiles de cálculo.

Un buen cerrajero no usa barrotes ni cerrojos,
y nadie puede abrir lo que ha cerrado.

Quien ata bien no utiliza cuerdas ni nudos,
y nadie puede desatar lo que ha atado.

Así, el sabio que siempre ayuda a los hombres,
no los rechaza.

El sabio que siempre conserva las cosas,
no las abandona.

De él se dice que está deslumbrado por la luz.

Por esto, el hombre bueno no se considera maestro
de los hombres;
y el hombre que no es bueno estima como buenas las
cosas de los hombres.

No amar el magisterio ni la materia de los hombres,
y aparentar ignorancia, siendo iluminado,
éste es el secreto de toda maravilla.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXVII

Fotografía de John Hayde

26 agosto 2008

Tao Te King (26)

Navegando



Lo pesado es la raíz de lo ligero.

La calma somete a lo agitado.

Así, el sabio cuando viaja
no se aleja de la caravana.

Aunque pueda disfrutar de las cosas más excelsas,
conserva su paz y se hace superior.

¿Cómo el dueño de diez mil carros
puede obrar con ligereza en el imperio?

Quien se comporta ligeramente
pierde la raíz de su poder.

Quien se ofusca,
se pierde a sí mismo.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXVI

25 agosto 2008

Tao Te King (25)

Balcón



Antes aún que el cielo y la tierra
ya existía un ser inexpresable.

Es un ser vacío y silencioso,
libre, inmutable y solitario.

Se encuentra en todas partes y es inagotable.

Puede que sea la Madre del Universo.

No sé su nombre, pero lo llamo Tao.

Si me esfuerzo en nombrarlo lo llamo «grande».

Es grande porque se extiende.
Su expansión le lleva lejos.
La lejanía le hace retornar.

El Tao, pues, es grande y el cielo es grande.

La tierra es grande y también lo es el hombre.

En el universo hay cuatro cosas grandes,
y el hombre del reino es una de ellas.

El hombre sigue la ley de la tierra.

La tierra sigue la ley del cielo.

El cielo sigue la ley del Tao.

El Tao sigue su propia ley.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXV

24 agosto 2008

Tao Te King (24)

Amanecer



Quien se sostiene de puntillas
no permanece mucho tiempo en pie.

Quien da largos pasos no puede ir muy lejos.

Quien se exhibe carece de luz.

Quien se alaba no brilla.

Quien se ensalza no merece honores.

Quien se glorifica no llega.

Para Tao, estos excesos son como excrecencias
y restos de comida que a todos repugnan.

Por eso, quien posee el Tao
no se detiene en ellos.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXIV

23 agosto 2008

Tao Te King (23)

Colina



Hablar poco es lo natural.

Un huracán no dura toda la mañana.

Un aguacero no dura todo el día.

¿Quién hace estas cosas?
El cielo y la tierra.

Si las cosas del cielo y la tierra
no pueden durar eternamente,
¿cómo podrían las cosas del hombre?

Así, quien sigue el Tao
se une al Tao.

Quien sigue la virtud,
se une a la virtud.

Quien sigue el defecto,
se une al defecto.

Quien se identifica con una de estas cosas,
por ella es acogido.

Pero a esto no se da suficiente crédito.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXIII

22 agosto 2008

Tao Te King (22)

Mandala



Lo humillado será engrandecido.

Lo inclinado será enderezado.

Lo vacío será lleno.

Lo envejecido será renovado.

Lo sencillo y puro será alcanzado,
pero lo complicado y extenso causará confusión.

Por esto, el sabio abraza la unidad
y es el modelo del mundo.

Destaca porque no se exhíbe.

Brilla porque no se guarda.

Merece honores, porque no se ensalza.

Posee el mando, porque no se impone.

Nadie le combate porque él a nadie hace la guerra.

¿Son acaso vanas las palabras del antiguo proverbio:
«lo humillado será engrandecido»?

Por esto mismo, el sabio preservará su grandeza.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXII.

21 agosto 2008

Tao Te King (21)

Jardin de piedra



La grandeza de toda virtud
reside en su fidelidad al Tao.

El Tao es algo confuso e intangible.

Es confuso e intangible, pero tiene formas.
Es confuso pero brillante, porque abarca muchas cosas.
Es profundo y oscuro, pero contiene una esencia.

Esta esencia es verdadera.

Desde los tiempos más remotos conserva invariable su nombre.

Es el origen de todos los seres.

¿Cómo conocer el origen de todos los seres?

Por esto mismo.

Tao Te King. Lao-Tse. Capítulo XXI