28 noviembre 2008

El despertar

Cumbres



Nuestro propósito interno es el despertar.

Es así de sencillo, es un propósito que compartimos con todos los demás seres humanos de este planeta, porque es el propósito de la humanidad.

Nuestro propósito interno es parte esencial del propósito del todo, del universo y de su inteligencia.

Nuestro propósito externo puede variar con el tiempo y es muy diferente según la persona.

La base para poder cumplir con nuestro propósito externo está en encontrar el propósito interno y vivir en consonancia con él.

Es la base del éxito verdadero.

Sin esa consonancia podemos lograr determinadas cosas a base de esfuerzo, lucha, dedicación o simplemente mucho trabajo y sagacidad. Pero ese esfuerzo no encierra dicha alguna y termina invariablemente por traducirse en alguna forma de sufrimiento.

Eckhart Tolle en Una nueva tierra.

Fotografía de Rafael Fernández Belda

6 comentarios:

Tormenta. dijo...

Siempre haces que acabe reflexionando, con lo mal que se me da, y está claro que lo primero el interior, porque justamente, se refleja en el exterior..

Aprendiendo contigo! besos guapo!.

Artea dijo...

No te quepa duda alguna de que como es adentro... es afuera.

¿Quieres saber algo de tus adentros?
Mira tus afueras. Porque de uno u otro modo son un reflejo de como te mueves por tus adentros.

De ahí que muchas veces, otros perciban cosas propias mejor incluso que uno mismo

Un beso. :)

Anónimo dijo...

Oye, pues este ejercicio es interesante, voy a intentar hacerlo. Si puedo parar un momento!
Gracias.

Artea dijo...

Cualquier momento es bueno para parar Klimtbalan.

Y parar es, estrictamnte necesario, siempre.

:)

Ashbless dijo...

Cualquier acción que no contenga un espíritu de sencillez y equilibrio lleva a un mayor desequilibrio.

Cualquier acción que no contenga el espiritu de la justicia, acabará generando una mayor injusticia.

Cualquier decisión que no respete nuestro propio ser, será un sacrificio, y nos llevará a herirnos a nosotros mismos.

Pueden parecer cosas muy tontas, pero me está llevando muchos años entenderlas.

El arte de vivir consiste, únicamente, en proceder con sencillez.

Es bueno encontrar pistas por ahí para seguir aprendiendo.

Gracias y un abrazo

Artea dijo...

Ahora empiezan a acuñarse algunos términos que apuntan en esa dirección.

En determinados artículos, reportajes y libros de psicología positivista comienza a aparecer la palabra desprogramación, como vuelta a un ámbito de sencillez donde las ecuaciones algebraicas se reducen a pocas sumas y restas.

En otros sitios ya he encontrado con cierta asiduidad el término "simplicidad", e incluso te recomendaría (simplemente como lectura teórica) un libro que circula por ahí de nombre Simplicidad radical.

El encuentro con uno mismo solo puede venir de la mano de la sencillez (o si se prefiere, simplicidad); y solo puede darse hoy, aquí y ahora.

Sigamos caminando Ashbless, querido amigo.