22 noviembre 2008

Sencillo

Todo es querer



No son pocas las ocasiones en que ya nos sentimos imposibilitados para hacer cualquier cosa, incluso antes de comenzarla.

Hoy pensaba si realmente es tan difícil ser feliz. Y creo estar seguro de que no lo es.

Sólo hay que estar dispuesto a prescindir de todo lo innecesario... y proponérselo.

No se necesita nada más.

Artea

6 comentarios:

marcada dijo...

Si me permites, la cosa tiene sus matices. Creo que esto hay que plantearselo cuando se está en plenas facultades, para que cuando flaquée el ánimo o la salud, tengamos la "herramienta" para volver a sentirnos felices. Desde una mente sana es "facil" hacer esta declaración simple , te lo digo desde el máximo cariño y respeto, pero creo que eso, de momento, es así. Hay que cultivar esta felicidad cuando se está en buen estado. Un abrazo.

Artea dijo...

Lógicamente hablo desde mi propio sentir y experiencia.

Hoy, aquí y ahora yo lo siento así.

Qué duda cabe que, hasta llegar a hoy, mis botas han dado muchos pasos.

Y qué duda cabe que todavía pueden andar un buen trecho, y que malos momentos siempre vienen. Hoy también los tuve.

Y de peores vendrán.

Pero....

¿Los problemas están en las cosas, circunstancias, etc....?

O acaso....

¿Es nuestra opinión sobre las cosas, circunstancias, etc... la que las convierte en problemas?.

Reflexiónalo. ;)

Anónimo dijo...

Muy agradable mi visita a tu casa, tus palabras siempre nos invitan a la reflexión y a la esperanza.
Besos de gratitud...

Artea dijo...

Y por aquí siempre es agradable...

... recibir tu visita. :)

Ashbless dijo...

Tan dificil y tan facil como no contar con ninguno de los innecesarios autobstaculos.

Sufro un bloqueo literario desde hace veinte años. Es como acercarse a un muro de fuego. Como levantar un peso imposible o pensar en el dolor más profundo. Solo cuando olvido que lo estoy haciendo, cuando lo que hago no tiene ninguna importancia, me es posible escribir.

Ahora quiero volver a escribir, más allá del formato de un blog, que es un folio o folio y medio y estructura de ensayo breve. Y siento cuando lo pienso que me quemo. Se que no debo pensar.

Se que no debo pensar.

Artea dijo...

Piensa en la caligrafía japonesa.

Primero una técnica.
Quizá aquí, y en este caso, esto se convierta en una especia de aprendizaje de reglas y estilos básicos. Algo que conjunte y de coherencia a lo escrito.

Pero tras la técnica... tiene que venir algo más.
Ese trazo del maestro calígrafo que surge del propio viente.
No hay pensamiento, porque no hay nada en que pensar. No hay premeditación.

Simplemente, algo se expresa a través de uno mismo y merced a su técnica.

Es dejar que brote. Eliminar las trabas conscientes. Quitar los filtros.

Y en su momento, si el camino está allanado... brota.

Solo debes darle curso.

Yo te animo para que lo hagas.
Vaya desde aquí mi aliento.

Un abrazo.