05 diciembre 2008

Optimismo

Globos



Los escépticos y los optimistas se miran siempre de reojo.
Son desconfiados de nacimiento.

Los escépticos se burlan de los demás y de sí mismos. Se aburren de creer y no echan de menos las ausencias.
Los optimistas vencen al tedio y a la fiebre. Aprenden del ayer y no lo borran. Conocen y reconocen que vendrá algo mejor y desde ya preparan la bienvenida.

Los escépticos van y vienen sin nada. Y lo que es peor, sin nadie. Abrazan al pesimismo como único consuelo. Inventan una tristeza sin lágrimas, dura como una mueca.
Los optimistas se entienden con el río y con el cielo que lleva en su corriente. Saben que allí navega la tutela más leal, más respetable, y asumen el alma como agua.

Los escépticos son apenas mendigos, y el tiempo que transcurre les deja su limosna. No logran escapar del viejo laberinto y reciben mensajes que son indescifrables.
Los optimistas en cambio guardan a menudo algo de gloria, que no es siempre la de hoy ni la de antes. Hacen un nudo con las certidumbres y llenan su bolsillo de poesía.

Mario Benedetti en Vivir adrede

4 comentarios:

Tormenta. dijo...

No fastidies! los desconfiados de nacimiento?! bueno..yo no soy tan desconfiada, pero es que a veces, no queda otra! Genial post, genial benedetti..

Besos guapetón!.

Artea dijo...

Ya lo dice el refrán: para gustos... colores.

Un beso.

Toko dijo...

Alguien dijo que un escéptico, es un optimista informado. No obstante, el que subscribe, prefiere continuar desinformado, porque al escéptico le ocurren las mismas cosas que al optimista, pero se lo pasa peor...

Artea dijo...

Simplicidad radical.
Así son las cosas.

:D