28 febrero 2009

El espacio interior

Claustro

Fotografía de Julius 2043

La mayoría de nosotros no somos conscientes de la experiencia interior, ni creemos que el "reino de los cielos" esté dentro de nosotros. Vivimos nuestra existencia a través de imágenes públicas y acciones externas. Nos identificamos con la actuación social, no con la verdad interior. La existencia moderna e industrial anima al desarrollo de lo exterior. Formar una vida interna supone una especie de lujo para mucha gente. Mientras que la capacidad para funcionar externamente realza la autoestima, la identidad propia y la seguridad, la necesidad de un espacio interior bien desarrollado no está reconocido en la misma medida. Sin embargo, para resolver los problemas de la vida diaria es necesario crear y defender un espacio privado.

Stanley Keleman en La experiencia somática.

Bonustrack.-



Tema: Silence speaks
Autor: Secret Garden
Álbum: Earthsong (2004)

5 comentarios:

Susana dijo...

Tiene razón este señor, sí, pero creo que a pesar de todo necesitamos a los demás para llegar a desarrollar al máximo nuestro mundo interior.
Me explico; el silencio, la soledad para poder auto-escucharse, es fundamental, pero también lo es el contacto con otros para ir haciendo los ajustes necesarios en nuestro mundo interior.
Ufff, creo que no me explico muy bien; en ocasiones me resulta difícil poner palabras a los pensamientos y los sentimientos, y ésta es una de esas veces.
Seguiré pensando en ello, a ver si encuentro las palabras...
Abrazos.

Tormenta. dijo...

Todavía no hice el ...digamos.. ejercicio de mirar al interior mi interior..ya sé que todo es ponerse..pero siempre lo voy..dejando estar para otra ocasión;)
Buen finde guapo!

Besos.

Artea dijo...

Hola Susana.-

Está claro que todos necesitamos de alguien. Eso no lo pone en duda Keleman, te lo aseguro.

Pero al mismo tiempo recalca que nadie, salvo nosotros mismos, puede construir el mundo interior a que hace referencia el texto.

No son pocas las ocasiones en que las palabras resultan insuficientes para hacernos entender. No tenemos otro remedio que recurrir a ellas.
Pero creo comprender aquello que querías expresar.

Un fuerte abrazo.

Hola Tormenta.-

Ya paso el finde. Y se pudo descansar... que falta hacía.

Se quiera o no, todos los días acabamos mirando un ratito hacia el interior.
Es solo cuestión de saber encontrar el momento y enfocar en ello nuestra atención.

No hace falta nada más.

Un besote.

Susana dijo...

Pues me alegro de que entiendas lo que quería decir, porque yo no lo tenía nada claro.
En cualquier caso, ésta es una de esas veces en que la presencia (en este caso virtual) de otros ayuda a encontrar palabras un poco má adecuadas. A ver si ahora lo consigo.
Está claro que somos nosotros con nosotros mismos como (casi) única compañía quienes podemos construir ese mundo interior. Y sin embargo suele ocurrir (a mí al menos así me ocurre) que son las palabras de quienes nos rodean, de manera más o menos premeditada, las que nos dan una "pista", o aciertan con la palabra precisa en el momento oportuno que nos ponen en el camino.
Y ahora no es por poneros los dientes largos, pero aprovecharé el fabuloso puente que tenemos en Zaragoza (desde el jueves incluído) para meditar un poco sobre todo esto...... y para otros menesteres menos sesudos :D
Abrazos pre-puente.

Artea dijo...

Re-holas Susana.-

Está claro que, en no pocas ocasiones, las palabras o letras de alguien pueden impactar en nuestro interior y arrojar mucha luz sobre algo que, hasta ese momento, no acertábamos a "ver" con claridad.

Este fenómeno es común, y todos somos testigos del mismo.

En el terreno "interior" también es así. Pero qué duda cabe de que para que ese "impacto" sea posible, o dicho de otro modo, para que "arraige", se precisa la existencia previa de un "terreno" en el que pueda arraigar.

Es ese "terreno" lo que, en este caso pretende exponer el texto, llamándole "el espacio interior".

Un abrazo.