23 febrero 2009

Humildad

Flor ante el cielo

Fotografía de ToniVC

Un hombre fue a Wahab Imri y le dijo:

“Enséñame humildad.”

El sabio le contestó:

No puedo hacerlo, porque la humildad es una maestra en sí misma.
Se aprende por medio de su misma práctica.
Si no la puedes practicar, no la puedes aprender.
Si no la puedes aprender, no quieres realmente ser humilde dentro de ti.

Cuento Sufí.

6 comentarios:

le8al dijo...

Precioso blog!
Cuánta paz transmite, es un placer pasearse por tus letras,los textos transportan y consiguen que la mente trabaje a la par con el alma,
me encantan los cuentos sufís, llenos de sentido...
Este de la humildad es muy representativo, que mayor humildad
que la que nace innata,difícil de explicar, por su mecanismo automático en el andar por la vida,
quien se detiene a preguntar como aprenderla es porque la busca fuera,sin antes percatarse que anida en el interior

Susana dijo...

Y cuánta razón tienes. Se puede explicar lo que es la humildad? Como tampoco pueden explicarse otros conceptos... a un nivel teórico.
La mejor manera de aprender a andar es andando, lo mismo que la mejor manera de aprender a ser humilde es practicando.
Abrazos.

Leodin DaCore dijo...

Preciosa foto. Y el cuento también es muy bonito, igual que la humildad. Gracias por compartirlo :)

Artea dijo...

Hola le8al, se bienvenida a este humilde blog.

Verás que muchas de las letras no son mías.
En mi camino de búsqueda he ido encontrando pistas por aquí y por allí. Algunas de ellas perfectamente visibles y otras menos evidentes.
Siempre procuro traerlas hasta aquí en un intento de que, igual que un día me sirvieron a mí, puedan hacerlo para otros.

Los cuentos, en general, encierran grandes verdades que no alcanzamos a discernir seguramente porque los identificamos con algo infantil.
Cuando descubrimos la pureza del alma infantil, desde nuestra perspectiva adulta, es cuando podemos entrever entre sus líneas aquellos secretos que hacían brillar los ojos de los niños a quienes los contábamos.

Es un buen ejercicio leer cuentos.
Los sufís, como no, también se encuentran entre mis preferidos.

Tanto la humildad como muchas otras virtudes residen, como bien dices, en nuestro propio interior. Somos -creo yo- por naturaleza "buenos".

Pero ese tesoro suele estar oculto tras muchos velos, cortinas y corazas. En el fondo sabemos que está... pero comúnmente nos perdemos en el laberinto en que acaban convirtiéndose nuestras vidas cuando carecen de un rumbo que apunte hacia nuestro propio ser.

No es fácil ser humilde rodeado por todas las seducciones que nos ofrece la vida actual.

Pero si se cultiva en el terreno apropiado, la flor de la humildad acaba brotando.

Un abrazo.


Gran verdad encierran tus palabras Susana.
Aunque al final, necesitamos de las palabras y las letras para poder transmitir nuestras propias sensaciones.
Es una comunicación limitada, ciertamente... pero la única posible para explicar aquello que no puede ser explicado con palabras.

Necesitaremos pues del esfuerzo de corazón desde la mano del escritor a la atención desde el corazón en el oído u ojos del oyente o lector.

Frente a nosotros mismos, sobran las palabras. Nuestro diálogo interior se construye sin ellas; aunque no descartes dirigirte con palabras hacia tus adentros.

Te llevarás muchas sorpresas.

Otra cosa es que alguien te escuche y pienses que hablas sola (que al final es lo que haces). :D

Un fuerte abrazo.

Hola Leodin DaCore.-
Como casi siempre sucede, la foto acabó encontrándome a mi.
Seguramente también lo hizo, en su día el cuento.
Y espero que la humildad tropiece conmigo a la vuelta de la esquina.

Un abrazo para ti.

Sean dijo...

Hola Artea:

La verdad es que echo mucho de menos comentarte .. pero aqui estoy de nuevo .. que aunq no comente no significa que me pase día tras día por aqui para leer tu blog ya que me parece estupendo y me está siendo de gran ayuda en estos momentos.

Gracias por todo.

Espero tener noticias tuyas prontito.

Cuidate

Sean

Artea dijo...

Hola Sean.-

La vida tiene sus momentos.
Todos ellos forman parte del proceso vital.
Los hay de mejores y de peores. De sufrimiento y de alegría. De dolor y de gozo.
Cada uno de ellos lo es gracias a su opuesto.

Nos han educado en la creencia de que hay que saborear unos y huir de los otros.
En esa huida, solemos tropezar con ellos...y salimos corriendo...porque solo nos han enseñado a huir de ellos.

Cuando los aceptamos como parte de la vida nos duelen igual, sufrimos igual, estamos igual de fatal...pero en nuestro ser más profundo esa aceptación del hecho es la semilla para descubrir que, en cada lección de la vida, por dura que sea, existe "la otra cara".

Y atravesar ese sufrimiento, y ese dolor es el único camino para que el "terreno" cambie y pueda amanecer "el otro lado".

Por tanto, vaya todo mi cariño, mi abrazo más fuerte y mis pensamientos más positivos para estar junto a ti compartiendo ese dolor.

Hoy crees que estás solo en este mundo.
Pero basta que abras los ojos para darte cuenta de que "eso" solo existe en tu mente.
¿Dónde tienes que buscar la salida?

Un fuerte abrazo.