07 julio 2009

Ataduras

Caravana del desierto

Fotografía de that's keen

Una caravana que iba por el desierto se detuvo cuando empezaba a caer la noche.

Un muchacho, encargado de atar a los camellos, se dirigió al guía y le dijo:

-Señor, tenemos un problema.
Hay que atar a veinte camellos y sólo tengo diecinueve cuerdas. ¿Qué hago?

-Bueno -dijo el guía-, en realidad los camellos no son muy lúcidos. Ve donde está el camello sin cuerda y haz como que lo atas. El se va a creer que lo estás atando y se va a quedar quieto.

El muchacho así lo hizo. A la mañana siguiente, cuando la caravana se puso en marcha, todos los camellos avanzaron en fila.
Todos menos uno.

-Señor, hay un camello que no sigue a la caravana.

-¿Es el que no ataste ayer porque no tenías soga?

-Sí ¿cómo lo sabe?

-No importa. Ve y haz como que lo desatas, si no va a creer que sigue atado.
Y si lo sigue creyendo no caminará.

Cuento Sufí

Muchas veces decimos estar atados,
pero dichas ataduras solo existen en nuestra cabeza.
Se llaman "nuestros miedos".

Artea

Bonus track.-



Artista: Carl Orff
Tema: O Fortuna
Álbúm: Cantata Carmina Burana

Boorman eligió, además de a Wagner, esta preciosa composición de Carl Orff dentro de los temas musicales de su película Excalibur. Añadido al fragmento de película elegido para su inclusión, el renacimiento del rey tras beber del Santo Grial, elevó a épicas las imágenes del renacer de Inglaterra, fundiendo magistralmente las escenas de la cabalgata del rey y sus guerreros con el apoteosis musical del tema.
De algún modo, esa fusión de imágenes y sonido, quedaron impresas para siempre en mi retina...y en mi memoria.

Para quien quiera rememorarlas en Youtube le servirá este enlace.

3 comentarios:

Susana dijo...

Bonito el cuento, como tantos otros de los cuentos sufíes que nos regalas de vez en cuando. Aunque éste en concreto tiene miga, especialmente según cómo te pilla el cuerpo (o más bien la cabeza, ésa que va por libre).

Abrazos.

alestedemadrid dijo...

Me encantan los cuentos sufíes así que he disfrutado este post, la imagen y la compañía musical. Siempre es buena idea reflexionar sobre nuestros miedos y sobre la libertad de decidir... Un abrazo

Artea dijo...

Hola Susana.-

Confío en que todavía pueda regalar la lectura de muchos otros cuentos, sean o no sufíes, y tengamos o no la cabeza (o el cuerpo) bien "pillaos".

El toque de espontanea sabiduría que trasluce entre sus líneas es algo que merece la pena fomentar.

Un fuerte y fresco abrazo.

Hola alestedemadrid.-

Bien pensado, al este de madrid estoy yo. :D

Lo mismo digo que a Susana; si bien añadiré a tus palabras que la reflexión es, además de buena, siempre necesaria.

Ayuda a levantar los velos con que suelen estar cubiertas las cosas. Y a veces, sólo somos capaces de ver dichas formas y no la esencia.

Un fuerte abrazo.