21 octubre 2009

Cuidado... posible contagio

Momentos

Fotografía de jared

La práctica espiritual más sencilla y eficaz es aceptar cada momento como si lo hubiéramos elegido.

Eckhart Tolle. Conferencia en Barcelona. Septiembre de 2007.

Bonus track.-



Artista: Lito Vitale (Quinteto)
Tema: La Única Mirada
Álbum: Vivo en Argentina (2005)


Escuché un buen número de veces la Conferencia de Eckhart Tolle en Barcelona apenas pocas semanas después de su celebración.
Es una de las escasas ocasiones en que se le ha podido escuchar en castellano. Todo un lujo.
Desde luego que, el calado de su mensaje había hecho mella en mis profundidades, y su eco resonaba con cierta regularidad.

Y de nuevo lo hizo en el momento adecuado.

Hacía escasos días que había fallecido mi padre.
En mi interior se entremezclaban, cual crisol alquímico, fuertes dosis de emociones y sensaciones; acompañadas -afortunadamente- de un fondo de silencio y serenidad.
Era uno de esos momentos en que, lo mejor, es quedarse quieto.
Completamente quieto. En silencio.
Es lo que el cuerpo me pedía.

Pasaron unos días.
Alguien muy querido se me acercó.
Venía de unos días en un retiro Zen.
Fruto de esos días, según me comentó, había descubierto el valor de dos palabras.
Esas dos palabras eran: lo acepto.

De inmediato quedé paralizado.
Algo acababa de estallar en mi interior.
Y esa explosión detuvo en seco toda actividad, ya fuera física, mental o emocional.
Nada quedó que alimentara deseo alguno de resolver nada.

La experiencia que tuve en ese momento podría resumirse en:

Las palabras que en su día escuché... estaban ahí, en mis adentros.
Su poder había sido reconocido en su momento, pero ahora estaba aletargado.
Todos mis esfuerzos, apenas habían conseguido reflejarlas en mi estrecha mente.
Y si bien esta actitud me permitía -al menos- no perder contacto con un trasfondo sereno y carente de estridencias... algo en mí estaba intentando dar algún tipo de explicación a aquello que no podemos entender con las limitadas herramientas con que nos ha dotado la materia gris de nuestro cerebro.

Las palabras de esa persona, insisto muy querida, provocaron automáticamente un curioso efecto.
Un efecto que se desató por sí solo. Sin acción ni intención alguna por mi parte.
Lo acepto se había reflejado, esta vez, y de motu propio, en cada una de las células de mi cuerpo.
Lo que era una intención, acababa de convertirse en una experiencia.

Su efecto se está demostrando perdurable.
Aunque estoy convencido de que, si dichas palabras hubieran sido pronunciadas por cualquier otra persona y en cualquier otro momento, nada de esto hubiera acontecido.
Mi confianza en el emisor había derribado cualquier barrera (consciente o inconsciente) que pudiera impedir que su mensaje reverberara -a su antojo- en mi interior.
En ese preciso instante, era t-o-t-a-l-m-e-n-t-e transparente y accesible.
Había encontrado un clima propicio para ser capaz de abandonarme a mí mismo.

Corolario:
La sabiduría puede ser contagiosa.

Artea

3 comentarios:

Susana dijo...

Bonita entrada, Artea. E interesante, de las que dan qué pensar. Ten por seguroo que tengo presente este "lo acepto", y que me esfuerzo por lograrlo.
Aunque tal vez debería esforzarme un poco menos en hacerlo realidad? Pensaré en ello.

Entretanto, te mando un abrazo fortísimo.

pepa dijo...

Hola Artea. Gracias por este blog, casualmente lo encontré hace meses y lo sigo con regularidad.
Me gusta mucho su tratamiento y voy aprendiendo con todas tus entradas. E.Tolle especialmente me gusta(también trato de tenerle presente). Las fotos son todas espectaculares.La música también, en fin, es un placer conocerte
Gracias.

Artea dijo...

Hola Susana.-

Probablemente, para alguien que trabaja en el mundo de la educación especial, las palabras lo acepto pueden tener, en no pocas ocasiones, un cierto aire de resignación.

Pero no te desanimes... esconden en sí mismas la propia esencia de la nueva oportunidad, el descubrimiento de puntos de vista anteriormente ignorados y la alegría de una nueva experiencia asumida.

El esfuerzo en el camino es necesario. Al menos así pienso.
Pero muchas veces, hacemos un esfuerzo mental demasiado intenso. Tratamos de tenerlo todo atado... siempre.
Y esa desmedida, simplemente nos agota.

En no pocas ocasiones he hablado del no-hacer, y sus diferentes significados.
Cuando algo parece que se atasca...mejor dejar que "algo" haga por nosotros.
No intervenir.

Mi experiencia es que, de repente, "algo" cambia... y lo que anteriormente parecía un atasco aparece ahora como un rumbo claro.

Compartimos abrazos.

Hola pepa.-

Bienvenida a este humilde rincón.
Y si en algo contribuye el blog a incrementar tu bienestar, doy todo esfuerzo por bien empleado.

Celebro la coincidencia en la lectura e interés por Eckhart Tolle.
Es sin duda un buen comienzo.

Un fuerte abrazo.