17 abril 2008

Lo cotidiano como ejercicio

Fotografía de Karlfried Graf Dürckheim



Nuevamente os propongo otro interesante libro al que dedicarle una lectura.
Su título completo es La Práctica del Camino Interior: Lo Cotidiano Como Ejercicio; aunque he preferido titular el post exclusivamente con la segunda parte del mismo, que es la que siempre ha llamado mi particular atención.

Es un libro a través del cual podéis introduciros en el conocimiento de otra interesantísima personalidad del pasado siglo cuyo mensaje e influencia ha tenido amplio calado en mi camino. Me refiero a Karlfried Graf Dürckheim.

En principio, pensaba recomendaros un libro de Jean Claude y Rachel Cartier que lleva por título Un Sabio en La Selva Negra (Editorial Luciérnaga) como puerta de acceso a la figura de Dürckheim; pero finalmente he decidido traeros directamente un libro del propio maestro.

El hombre no llegará nunca a ser lo que está llamado a devenir si no contribuye con su esfuerzo.
Karlfried Graf Dürckheim



Antes de iniciar la lectura del mismo, os recomiendo darle una ojeada a la propia biografía del autor, a fin de que podáis situar con precisión en qué época, ambiente y condiciones personales tuvo lugar la experiencia del conocimiento propio y del Ser Esencial al que, según Dürckheim, estamos inevitablemente vinculados, y cuya manifestación y presencia en este mundo cotidiano es, realmente, el auténtico camino al que como seres humanos estamos llamados.

El libro plantea toda una serie de cuestiones orientadas a demostrarnos que el camino interior y la obra exterior (nuestro paso por el mundo) se complementan, llegando a ser una misma y única cosa. Ambas se condicionan y afectan la una a la otra, haciendo que "uno no pueda ser una cosa distinta de lo que Es".

Dürckheim nos invita a vivir lo cotidiano no como entrenamiento hacia una eficacia existencial, sino como un ejercicio interior.

Tanto como decir que vivir lo cotidiano es, realmente, la auténtica práctica del Camino.

2 comentarios:

Tormenta. dijo...

Son tantos los libros que tengo pendientes...
Hacer ejercicio interior,..no sé..nunca se me dió hacerlo bien...
Tal vez nunca lo hice de la manera correcta..o no tuve la suficiente paciencia.
Buena información que nos traes..

Besos!.

Artea dijo...

Todos tenemos algún libro pendiente de leer. Unos más y otros menos, pero seguro que todos.

A veces me ha resultado útil (no se si puede funcionarle a todo el mundo) escuchar audiolibros mientras conduzco. Por decirlo de algún modo, optimizas el tiempo de lectura, siendo que no siempre me apetece escuchar música mientras conduzco.

En cuanto al ejercicio interior, una pequeña puntualización que entiendo puede venirte bien.

Muchas veces, el término "interior" es interpretado como una cosa muy especial y trascendente. Incluso, si se quiere, con visos de "espiritual".
Se nos antoja que un ejercicio interior es algo así como sentarse en una determinada postura, con una respiración concreta, y una actividad mental determinada (o nula, según casos).
Solemos asociar esa palabra a la imagen de un Buda, o un yogui, o un maestro Zen; cuando no a un místico.
Imaginamos disciplinas duras y difíciles; voluntades que deben doblegarse; renuncias insufribles, etc...

Nada de eso, de entrada, tiene que ver con algo "interior". O al menos, nada que ver en exclusiva.

Interior es una actitud. Una determinada manera de "estar presente en ese momento".

Tan interior es caminar conscientemente, o fregar los platos como hacer una hora de Zazen o determinados ejercicios de Yoga.

Es la disposición interna y mental la que hace que un ejercicio, sea cual sea, tenga su reflejo y efecto en ese "plano interior" o, simplemente, se quede en la superficie; incluso sin llegar siquiera a arañarla.

Es importante comprender eso.

Un abrazo.