10 diciembre 2008

Acciones sin reaccion contraria

Conejito


Las únicas acciones que no provocan reacciones contrarias son las que van dirigidas al bien de todos. Son incluyentes, no excluyentes. Unen, no separan. No son para "mí" país, sino para toda la humanidad; no son para "mí" religión, sino para la emergencia de la conciencia en todos los seres humanos; no son para "mí" especie, sino para todos los seres sensitivos y toda la naturaleza.

Anónimo.

Recibido en una convocatoria a una conferencia.

Fotografía de Jeff Clow.

8 comentarios:

Tormenta. dijo...

Ojalá que de esas acciones, hubieran muchas más..

Besos majo!.

Ashbless dijo...

Yo lo expresaria de otra manera, los conceptos de bien y de todos me parecen ermosos pero poco relacionados con la realidad.

Desde mi punto de vista diria "lás únicas acciones que no provocan u a fuerte reacción contraria son las que corresponden a la naturaleza del momento.

Y por ende, actuar formando parte del momento es como no-actuar. No-hacer, wu wei.

Respecto a las reacciones, o son malas ni buenas, son la parte de la acción muchas veces no prevista por los seres humanos. O la respuesa del equilibrio.

Anónimo dijo...

Yo estoy en la línea de Ashbless. El concepto bueno/malo es demasiado relativo. Podemos decir que algo es bueno, por que no tenemos una perspectiva total de la acción. Me explico.
Podemos actuar de una determinada manera y en ocasiones podemos ver algunas de sus consecuencias, pero somos incapaces de ver y evaluar todas las consecuencias de nuestros actos. De ese modo, algo que podría ser calificado como bueno, puede al final provocar algo malo e inesperado.

Artea dijo...

No esperaba yo que el post del "conejito", como cariñosamente me decía hoy un amigo por teléfono, diera pie a lo que puede convertirse en un interesante hilo.

Pero puede que al final se convierta.

Gracias Tormenta, Ashbless y Lughnasad por vuestros comentarios, que han provocado en mi una espontanea reflexión al respecto.

Entiéndase que nos movemos en el terreno de las ideas. De la mente. Solo así podrán comprenderse algunas cosas de las que apuntaré a continuación.

De una parte, queda claro que aquellas personas que "cultivan" su fuero interno comentan (como no puede ser de otro modo) desde una perspectiva poco frecuente en la mayoría social.
Lo hacen desde el punto de vista de la conciencia (o al menos de la búsqueda de la propia) y resulta evidente que están menos influenciados por el "fluir" aleatorio de modas, opiniones formadas en redacciones periodísticas o televisivas o, incluso, del devenir de determinadas propuestas (incluso calificadas de utópicas) que en un momento dado pueden calar sociológicamente, aunque sea como simple respuesta a la creciente crisis colectiva.

De otra, todos aquellos que no están en la onda de "mirar hacia el interior", poco pueden captar de algunas cuestiones esenciales que dificilmente pueden ser expresadas con palabras.

Estas no acaban de "mostrar" dicha esencia, pero no tenemos otra alternativa que usarlas.

Hago uso de ellas pues.

Y digo que comulgo con la actitud taoista del wu wei. Creo que, por los propios contenidos del blog, soy poco sospechoso de no hacerlo.

Y añado a continuación que, no olvidemos que la traducción occidental que suele verse en los libros como "no hacer" es francamente limitada. Wu wei, al menos tal como yo lo entiendo es "no hacer, sin dejar de hacer".

Es ciertamente peligroso, para quienes no profundizan suficientemente en estos conceptos, quedarse en la superficie.
Parecería que simplemente, me levanto por la mañana y ya está.

Hay un evidente riesgo de acabar siendo una especie de "hombre light", tal cual preconiza Enrique Rojas en su estupendo libro que lleva dicho título.

Un ser fácilmente encajable en cualquier conducta social porque, simplemente, "todo está bien para él".
Ausencia total de elección, de discriminación, de argumentación. Nada es ni bueno ni malo; nada es ni mejor ni peor; etc...
Un elemento al que basta cubrir las primeras necesidades de la pirámide de Maslow para hacer con él lo que se quiera.

Y si bien "no hacer" puede "vivirse como tal" desde un cierto nivel de autoconciencia, no lo es así en la mayoría social.

La intención de Wu wei, traida a este plano social, lo interpretaría más bien como "elegir de entre las posibles alternativas, la adecuada a ese momento". Pero elegir. Discriminar. Aún no interviniendo.

Que dentro de un minuto o de diez años "el momento presente" exige incluso un giro de 360 grados. Perfecto. Nuevamente Wu wei.

Claro que nunca podemos tener una perspectiva total del principio de acción-reacción. Simplemente ambas pueden situarse en planos y tiempos distintos, por lo que su conjugación en el presente se hace poco menos que imposible.

Pero... el principio sigue actuando. Por tanto, sí cuenta la acción. O la elección, si se prefiere. O la no-acción (que no deja de ser una manera de hacer).

Esta cuestión también se plantea en el Zen, especialmente en su vertiente Rinzai, bajo el término Mu.

Ponte frente a un espejo y mira tu imagen. ¿Qué es MU?.

¿Es esta parte del espejo? ¿Es la otra?.

Ambas preguntas, y todas sus posibles respuestas son a la vez correctas e incorrectas. Eso es MU.

Insondable si se quiere, pero es así.

También la tradición sufí hace gala en sus cuentos de acercarnos al principio de acción-reacción combinado con el "no intervenir".

Por tanto... quizás desde un determinado nivel de conciencia (o incluso desde su propia búsqueda)...pueda ser una realidad lo expresado por Lao Tse... pero como bien dice Ashbless "poco relacionado con la realidad".

A nivel social, en el momento presente, mi opinión es que sí hay que elegir, sí hay que tomar partido, sí hay que actuar.

A título particular puede que a mí no me afecte, o me afecte menos, si tomo o no tal partido o si hago o no tal acción. Incluso puedo pensar que no es más que una gota en mitad de un oceano y que no sirve para nada.

Si así lo hiciera no podría (por ahora) quitarme una cierta sensación de traición.

Ya lo comentamos con ocasión de un post sobre votar o no votar.

En números absolutos o individuales puede que sea igual, pero al final, no es lo mismo.

:)

Anónimo dijo...

Como bien dices Artea, las palabras, palabras son.
Creo entender el concepto wu wei, por lo menos superficialemnte ya que es un concepto difícil.
Bajo mi punto de vista creo que toda acción puede tener reacciones positicas y negativas (las negativas, inconscientes o simplemente no las apreciamos), sin embargo eso no significa que no debamos actuar, nuestras acciones positivas equilibrarán acciones negativas de otros.
Por otro lado, soy de las personas que actúan, implicándome en algunos proyectos humanitarios, ecológicos o culturales, por que así me lo pide mi conciencia.
Es un tema realmente complejo, y a veces, las palabras no llegan y mucho menos cuando sólo puedes escribir.

Ashbless dijo...

Wu-wei es dificil. Cuando empecé a darle vueltas al Tao Te Kin leia la traducción literal de esta expresión -no hacer nada- y pensaba. Si, el libro está muy bien. Pero estos tios son unos plastas. Unos vagos sin remedio.

Luego, después de mucho tiempo de darle vueltas, empecé a intuir otra cosa.

¿Respiras? Si no lo haces estás muerto. O sea, que respiras. Pero no lo haces para nada en concreto, ni como respuesta a nada. No tiene intención. Se modifica según duermes, corres o caminas. Eso, mientras no pienses en tu respiración y la modifiques conscientemente, o sea de una manera algo artificial, es wu-wei.

Vivir de manera espontanea, haciendo siempre lo que te es propio, lo que es natural en ti. Eso no seria no-vivir. Eso es vivir absolutamente. wu-wei.

Anónimo dijo...

hablando de conejitos y de no-acción ¿qué piensa el autor del blog sobre el hecho de explotar seres sintientes y con capacidad de sufrir para nuestro consumo y "bienestar"?

Artea dijo...

De vuelta tras un fin de semana de poda, lo que no ha hecho posible leer, hasta hoy, vuestros amables aportes.

Como Lughnasad soy partidario del compromiso social.
Tengo un niño africano apadrinado, contribuyo económicamente con Cruz Roja, Médicos Sin Fronteras y Greenpeace. Reciclo cuanto puedo. Consumo la menor energía posible. Cultivo lo poquito que mi tiempo libre y la distancia hasta el huerto me dejan y trato de vivir con simpleza.

Soy así por encima incluso de la actual moda de la "responsabilidad social"; término que ya ha sido acuñado empresarialmente como nuevo "sello" de identificación corporativa... ahora que las certificaciones ISO y otros "premios" socialmente reputables ya están al alcance de cualquiera.

Y es que de todo acaba sacándose punta en este mundo económico y consumista.

Por tanto, frente a una sociedad cada vez más apática, fírmemente asentada en unos principios en los que cada vez creo menos, me rebelo y grito ¡acción!. Y lo hago aunque sea mi propia voz lo único que el eco retorne hasta mis oídos.

Me parieron así, y así me ha hecho la vida.

Y no por ello renuncio al cultivo de mi mundo interior y del silencio. Más bien esa forma de hacer en el exterior es un reflejo (o quizás consecuencia) de la propia dinámica interna.

Es ahí donde sí tiene cabida el "no hacer sin dejar de hacer". Al menos eso creo yo, querido Ashbles.

La práctica de cualquier disciplina interior, bajo cualquiera de sus múltiples vertientes (siempre que sea fiel a sus principios), es en sí misma -una vez superada la fase de adquisición de la técnica- una forma de wu-wei.
Ya no se hace porque haya que hacerse. Se hace porque se ha incorporado a tu propia dinámica vital. Tú ya eres así. Y no se hace porque lo diga tal o cual precepto. Se hace porque sin "eso" tu ser interior no encuentra modo de expresarse aquí y ahora.

Por tanto, la intención ha desaparecido ... pero el hecho persiste.
Y lo hace más allá de la simple gestión del sistema motor extrapiramidal, que como buen fisio que eres sabes que controla "sin hacer nada" esos procesos fisiológicos sin los cuales nuestra existencia resultaría imposible.

¿Quién recordaría cada pocos segundos indicarle al corazón que diera un empujoncito para lanzar la sangre al resto del cuerpo?

Y, en todo caso, no olvidemos que la inmensa mayoría de filosofías orientales suelen recurrir al uso de la nomenclatura negativista (poner el no a casi todo) como forma de evitar la idolatrización de sus principios básicos. Algo así como no quedarse atrapado en las formas.

Así, es normal encontrar muchas acepciones precedidas con el no.

No hacer; no sentir; no sufrimiento; no pensar... y un largo etcétera.

Desconozco si has leído a Haruchika Noguchi, padre del Zensei (también llamada La Vida Total).
Sobre lo de vivir espontaneamente resultan muy interesantes sus puntos de vista y experiencia propias.

Te lo recomiendo.

Respecto de la pregunta que me formula el inidentificado Anónimo responder que el autor del blog (léase yo mismo) diría que más que una pregunta la cuestión planteada es toda una exposición del pensamiento del preguntador ¿no crees?.

No obstante te digo que no soy vegetariano estricto (lo he sido en alguna etapa de mi vida). Consumo carne al menos una vez por semana; también pescado, huevos y leche de cabra (con la que fabrico mi propio kefir).
Siempre que puedo compro y consumo productos integrales y, si resulta posible, de cultivo o crianza ecológicos.

Partiendo de esa premisa, y si tu pregunta va orientada en la dirección del sacrificio de animales para consumo humano, creo que nadie que consuma productos de origen animal puede decir que está en contra de esta práctica. Yo, desde luego, no me declaro así.

Cosa distinta es que creo que los actuales sistemas de "producción animal" son absolutamente irracionales, carentes de un sentido proporcionado de la relación hombre-animal y soportados en un sistema economicista carente de la más mínima ética.
Te lo dice el padre de alguien que está a un curso de acabar la carrera de veterinaria y que ya ha decidido "apartarse" en su futuro profesional de la "producción animal", que por cierto es el nombre exacto de una de las asignaturas que tiene que superar.

La parte del "bienestar" de tu pregunta es la que no acabo de entender.
Creo que hay muchos animales de compañía que aportan mucho "bienestar" a muchas personas; especialmente ancianos y discapacitados.

Y creo que, siempre y cuando el cuidador sea realmente responsable, cualquier persona que adopte o tenga un animal de compañía, bien educado y bien cuidado, merece todos mis respetos.

Desgraciadamente creo que no abundan este tipo de personas y hay demasiado "capricho" en esto de tener animales en casa.

Y por último una reflexión en voz alta.

Tu y yo nos comunicamos a través de un mundo virtual. Afortunadamente podemos hacerlo. E intercambiamos ideas, sentimientos, puntos de vista, etc... y al final ambos nos enriquecemos.

Pero....

Desprovistos de todo esto, y situados en mitad de la sabana africana, únicamente con nuestras manos y nuestros pies como "herramientas" de supervivencia ¿no crees que no somos otra cosa que "comida" para todos aquellos habitantes del lugar que, en ese supuesto allí y entonces, estarían por encima de nosotros en la cadena alimenticia?

Un cordial saludo.