18 enero 2009

Olvidamos la verdad

Mirada a través de la pintura



En el Zen se dice que la luna al completo y el cielo se reflejan en una gota de rocío en la hierba. Cada cosa por pequeña que sea, cada instante, es una contribución y una reflexión del todo. Meter a un niño en la cama, pagar las facturas, escuchar a un socio, pagar al empleado de la gasolinera, escribir una carta o un informe, encontrarse para comer, planear un trabajo, regar el jardín; cada uno de estos actos se convierte en la encarnación de un corazón despierto. Es sorprendente que podamos olvidar esta verdad.
Una niña de seis años le pidió a su mamá que le explicara lo que hacía cada día en la universidad. "Estoy en el departamento de arte y enseño a la gente a pintar", contestó la madre. Sorprendida la niña dijo: "¿Quieres decir que se olvidan?".

Jack Kornfield en Después del éxtasis, la colada.

Cada corte, una vida.
Artea, (mientras corta verdura).

Fotografía de carf

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