Intimidad implica entrega y supone un entorno suficientemente seguro como para abrirnos.
Sólo en la intimidad puedo darte todo aquello que tengo para darte.
Porque la idea de la entrega y la franqueza tiene un problema. Si yo me abro, quedo en un lugar forzosamente vulnerable.
Desde luego que si, la intimidad es un espacio vulnerable por definición, y por lo tanto inevitablemente tiene riesgos.
Con el corazón abierto, el daño que me puede hacer aquel con quien intimo es mucho mayor que en cualquier otro tipo de vínculo.
La entrega implica sacarme la coraza y quedarme expuesto, blandito y desprotegido.
Intimar es darle al otro las herramientas y la llave para que pueda hacerme daño teniendo la certeza de que no lo va a hacer.
Por eso, la intimidad es una relación que no se da rápidamente, sino que se construye en un proceso permanente de desarrollo y transformación. En ella, despacito, vamos encontrando el deseo de abrirnos, vamos corriendo uno por uno todos los riesgos de la entrega y la autenticidad, vamos desvelando nuestros misterios a medida que conquistamos más espacios de aceptación y apertura.
Una de las características fundamentales de estos vínculos es el respeto a la individualidad del otro.
La intimidad sucederá solamente si soy capaz de soslayarme, regocijarme y reposarme sobre nuestras afinidades y semejanzas, mientras reconozco y respeto todas nuestras diferencias.
De hecho, puedo intimar únicamente si soy capaz de darme cuenta de que somos diferentes y si tomo, no solo la decisión de aceptar eso distinto que veo, sino además la determinación de hacer todo lo posible para que puedas seguir siendo así, difetente, como eres.
Las semejanzas llevan a que nos podamos juntar.
Las diferencias permiten que nos sirva estar juntos.
Jorge Bucay en El Camino del Encuentro
Tema: Punjab
Artista: Karunesh
Álbum: Global Spirit (2006)
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